Un agradable paseo a Entrambosrios, con la "excusa" de llevar los caballos a un prado, sirvió para recoger un par de regalias de la Naturaleza que nos brindó el camino: orégano y poleo.
Puestos a secar los ramilletes colgados en la sombra(así conservan mejor sus propiedades y aromas)del corredor, tendremos para todo el año, incluido el uso abundante del orégano silvestre en la matanza, en los chorizos.
Y así al placer del paseo, se sumó el de poder recoger alimento sin tener que haberlo cultivado en la huerta...je,je.
Por cierto, que, otro dia os hablaré de este hermoso paseo y lugar de Entrambosríos, muy próximo a la Casa.