En estos dias, procesando el fabuloso millo corvo de la última cosecha, del que ya habiamos hablado al sembrarlo en la primavera, me vino a la mente aquel buen libro del Schumacher: Lo Pequeño Es Hermoso.
En el que recuerdo abogaba por una tecnologia intermedia, que no alejara a la humanidad del proceso productivo en exceso, y no fuese muy compleja, cara, esquilmadora de recursos en su fabricación, etc.
Y dándole a la manivela, primero de la debulladora o desgranadora, y después del pequeño molino manual en la cocina, seguido de las peneiras o cribas, pensaba más bien en que esta tecnologia no debia de llegar ni a la categoria de intermedia...pero era agradable y me ahorraba las máquinas de gimnasio, je, je.
Salvador, en la molienda, dijo que estaba encantado de aportar su energia a esta harina de extraño color, y prometido gran sabor. Estais invitad@s.
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