El otoño aun tiene más que decir y dar, antes de su transformación en invierno...y es que no acaba la recolección con las castañas. Los kiwis han sido muy generosos este año. Se recogen en este mes de noviembre, aun bien duros, e irán madurando lentamente almacenados en cajas en la bodega. Se puede acelerar el proceso acompañándolos de manzanas, que desprenden un gas(creo que etileno)que acelera la maduración. Parece ser suficiente con estar en la misma estancia, y estamos haciendo una prueba con ambos encerrados en una bolsa de plástico, experimentando a ver que sucede...ya sabeis , el conocimiento sin experiencia se queda como cojo, no alcanza.
Los membrillos que tenemos son de una variedad tardia, de gran tamaño, y les lleva su tiempo alcanzar el hermoso color amarillo de su madurez. Y que decir, sin ser poeta, de su aroma único, digamos con recuerdos de pera y cítricos. Los cocinamos como mermelada, o, con más azucar, como carne o dulce que se puede cortar. El clásico postre de queso(de Arzua, ecológico y cremoso)con membrillo estará siempre disponible. Acordaos de él si nos olvidamos de ofrecerlo.
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